Pero, ¿Dónde está el peligro? Dejarse resbalar poco a poco porque es una caída con anestesia, no te das cuenta, pero poco a poco vas resbalando, relativizas las cosas y pierdes la fidelidad a Dios. Cuántas veces nos olvidamos del Señor y entramos a negociar con otros dioses: el dinero, la vanidad, el orgullo. Pero esto se hace lentamente y si no nos sostiene la gracia de Dios, todo estará perdido.

(Santa Marta 13 de febrero de 2020). Fuente: Vactican News