Los tiempos cambian, y forma parte de la sabiduría cristiana saber reconocer esos cambios, entender los distintos momentos y discernir los signos de los tiempos. Qué significa una cosa y qué significa otra. Y hacerlo sin miedo, con libertad.

Este es un trabajo que normalmente no hacemos: nos conformamos, nos quedamos tranquilos con el “me dijeron”, “escuché por ahí”, “la gente dice”, “lo leí”… Y así nos quedamos en paz. Pero, ¿será eso la verdad? ¿Será ese el mensaje que el Señor quiere darme con ese signo de los tiempos?

Para entender los signos de los tiempos, antes que nada es necesario el silencio: hacer silencio, mirar, observar. Y luego reflexionar dentro de uno mismo. Un ejemplo: ¿por qué hay tantas guerras hoy? ¿Por qué pasa esto? Y rezar: silencio, reflexión y oración. Solo así podremos comprender los signos de los tiempos, lo que Jesús quiere decirnos. Los tiempos cambian, y nosotros, los cristianos, debemos cambiar constantemente. Debemos cambiar, pero permaneciendo firmes en la fe en Jesucristo, firmes en la verdad del Evangelio; aunque nuestra actitud debe ir adaptándose continuamente, según los signos de los tiempos. (Papa Francisco, Homilía en Santa Marta, 23 de octubre de 2015).

Fuente: Vatican News